Palabras del CLIM VGM (RE) Luis Alberto Carbajal, en la entrega de la placa a la estancia José Menéndez
Autoridades invitadas presentes.
Señor Presidente del Centro Naval CN (RE) Gustavo Ottogalli
Señor Eduardo Menéndez Hume, propietario de la Estancia José Menéndez en 1982, Señora de Menéndez Hume e hijos y amigos.
Señoras y señores
Integrantes del Batallón de IM N° 1 de 1982.
Socios del Centro Naval.
En el año 1982 la Armada me asignó el cargo de Comandante del Batallón de Infantería de Marina N° 1, integrante de la BrIgada de IM N°1.
Con mucho orgullo asumí el cargo el día 10 de Febrero con una Plana Mayor integrada por Jefes y Oficiales experimentados y muy buenos profesionales. La unIdad se encontraba avocada a la rutina propia de la época del año. Nada hacía creer que la situación se transformaría tan rápidamente hasta involucrarnos en las operaciones de recuperación de las islas Malvinas y Georgias del Sur.
No obstante, siempre ocurren los imponderables, y en la segunda quincena del mes de marzo más exactamente el 24 de marzo, por orden del Comandante de la Brigada de IM N° 1, CNIM Miguel Pita, quién no pudo acoapañarnos hoy, comenzamos a involucrarnos en el planeamiento de las operaciones de recuperación de las islas Malvinas, integrando parcialmente parte de la Fuerza de Desembarco que ocupó Malvinas el 2 de Abril de 1982.
Pocos días después, debí designar una fracción del nivel Sección de Tiradores reforzada, aproximadamente 40 hombres, para embarcar en la Corbeta ARA Guerrico con el objeto de cumplir una misión independiente. Esta fracción, nos enteramos después, debió recuperar Puerto Grytviken en las islas Georgias del Sur el día 3 de Abril de 1982, permaneciendo luego en el lugar como guarnición Argentina.
En ambas acciones, la Unidad sufrió bajas en combate. En Malvinas su Segundo Comandante el Capitán de Corbeta de IM Pedro Edgardo Giachino y en Puerto Grytviken, los conscriptos Clase 1963 Mario Almonacid y Jorge Néstor Aguila, además de un Cabo Segundo y cinco conscriptos heridos en combate. Esta Fracción permaneció en Puerto Grytviken como guarnición hasta que fue atacada por un Grupo de tareas Británico de efectivos superiores que recuperó el lugar el 25 de Abril del mismo año, haciéndolos prisioneros de guerra, situación en la que permanecieron hasta después de finalizar la guerra.
En ambas acciones, el BIMN°1 había sufrido las primeras bajas de la guerra.
Luego del 4 de abril cuando el Batallón volvió a reunirse en el cuartel de Baterías con excepción de la fracción Luna que seguía en Georgias, nos reorganizamos, recibimos algunos refuerzos en la Plana Mayor, reiniciamos el adiestramiento y estuvimos listos para cumplir nuevas órdenes.
La Infantería de Marina había enviado al BIMN°5 a integrarse a las tropas del Ejército que defendían Puerto Argentino y por tal razón la Isla de Tierra del Fuego había quedado sin su guarnición habitual. EL Comando de la IM había ordenado el desplazamiento de la Fuerza de IM N°1 desde su asiento de Río Gallegos hasta el cuartel del BIMN° 5 en Río Grande y también el BIMN°3 desde Zárate hasta Tierra del Fuego incorporándolo a la Fuerza de IM N°1 en Río Grande.
Fue el momento en que nuestro Comandante de La Brigada de IM N°1, nos comunicó que la Brigada había sido designada como Reserva Estratégica Operacional del Teatro de Operaciones del Atlántico SUR y debía trasladarse a la Isla de Tierra del Fuego para estar en condiciones de reforzar, a la orden, las unidades que defendían Puerto Argentino y además proveer seguridad a los Objetivos Vitales de Río Grande y su zona de influencia, donde adquiría importancia fundamental la base Aeronaval Almirante Quijada de Río Grande, desde donde operaban los aviones Super Etendar de la Armada, armados con Misiles EXocet AM- 39, los Aviones A4Q cazabombarderos de la Armada y los aviones A4B y Dagger de la Fuerza Aérea Argentina.
Luego del 2 de Abril en que Argentina recuperó las Islas Malvinas, el gobierno británico presionó para que los países europeos integrantes de la OTAN impusieran un embargo de armamento sobre todos aquellos elementos que Argentina había adquirido y aún debía recibir hasta completar el contrato de provisión. En esta situación se encontraban los aviones Super Etendar, cuya entrega Francia debía completar, y en particular los misiles Exocet AM 39 asociados como sistema de armas.
La presión del gobierno británico sobre el gobierno Francés para que no cumpliera este contrato fue muy fuerte y finalmente Francia suspendió la entrega de los misiles y del asesoramiento técnico para lograr hacer operativo el avión con el misil. No obstante, los ingenieros y técnicos argentinos con gran pericia y persistencia lograron obtener los valores que les permitieron hacer operativo el sistema de armas y emplearlo con eficiencia contra la Fuerza de Tareas Británica.
Desde esta base Aeronaval despegarían los Super Etendar armados con misiles AM-39 que atacarían importantes blancos navales de la Fuerza de Tareas Británica
La Brigada fue trasladada por modo aéreo a Río Grande y los Vehículos, carga general y material pesado en el BDT ARA Cabo San Antonio, que descargaría en la playa de la Caleta La Misión.
Previamente se había adelantado a Río Grande Tierra del Fuego un escalón de reconocimiento de la Brigada con representantes de cada unidad subordinada con el objeto de reconocer la zona a asegurar y determinar los lugares más adecuados para el alojamiento de las Unidades.
Estos lugares no podían ser otros que las Estancias de la zona y/o los alojamientos de la zona que contasen con grandes espacios como el Campamento de YPF sobre RNN°3 al Norte de Río Grande y el Frigorífico CAP.
De esta forma cuando el BIMN° 1 arribó a Río Grande ya tenía su lugar de destino que fue la estancia José Menéndez, donde nos alojamos con la modalidad de Vivac- Acantonamiento. Es decir, utilizábamos Carpas que completábamos con casas de empleados, comedores de peones y lo más importante por su tamaño y capacidad, el Galpón de Esquila.
Es decir: la estancia nos abrió las puertas y nosotros supongo que habremos tratado de respetar lo mejor posible las instalaciones cedidas por el Propietario del lugar señor Menéndez Hume, aquí presente y todo su personal. Todos los que integramos la unidad y en todas las jerarquías, debímos encontrar la mejor ubicación , recurriendo a todos los métodos posibles para obtener algo de confort para contrarrestar el frío reinante, hasta se cubrió el piso de madera del Galpón de Esquila extendiendo sobre él rollos de plástico negro, buscando aislarlo de las filtraciones de aire frío que entraban desde el piso.
Logramos alojarnos lo mejor posible y para ello obtuvimos la colaboración amplia de todo el personal de la estancia y de los escalones logísticos que proveían a nuestro Batallón.
Teníamos una fuerza efectiva de más de 700 hombres, si contamos los refuerzos recibidos de la Compañía de Exploración de la Brigada de IM N°! y de la Compañía Antitanque también de la Brigada de IM N° 1.
Conformábamos una Fuerza de Tareas importante y cuando se nos agregaba la Agrupación de Vehículos Anfibios creo que podíamos llegar hasta los objetivos vitales de Rïo Grande y a la frontera con la República de Chile en marcha mecanizada y/o motorizada en muy poco tiempo.
La ubicación de la estancia José Menéndez sobre la Ruta Complementaria “B” o BRAVO que lleva a la frontera y la proximidad a la Ruta nacional N°3 y el puente sobre el ´Río Grande, le permitía al Batallón cumplir con eficiencia su misión de Reserva de la posición y reaccionar con rapidez ante cualquier alarma de incursión enemiga. Además debímos establecer Puestos de Control de Tránsito y de Alarma Temprana sobre las encrucijadas en la Rutas que recorrían la zona, ejecutar Patrullado en la Tierra de Nadie entre la Frontera con Chile y las inmediaciones de los objetivos vitales sobre los que podría accionar enemigo infiltrado.
Luego del hundimiento del Crucero General Belgrano por parte del Submarino HMS Conqueror el 1 de Mayo, la reacción Argentina no se hizo esperar y fue el momento en que se pudo comprobar que los ingenieros y técnicos habían logrado encontrar los valores necesarios a introducir en el sistema de armas Super Etendard – Exocet AM 39, para hacerlo operativo y poder atacar blancos navales. De esta forma, el día 4 de Mayo decolaron de Rïo Grande dos aviones armados con éste misil y atacaron al Destructor HMS Sheffield, produciendo su incendio y pérdida total. Posterormente, en otro ataque, produjeron el hundimiento del Buque portacontenedores Atlantic Conveyor, causando una importante pérdida a la Fuerza de Tareas Británica.
La vulnerabilidad que se le producía a la Fuerza Británica con la presencia de los aviones Super Etendard argentinos en Rïo Grande, a los que se sumaban aviones A4Q SKyhawk de la Armada y A4B y Dagger de la Fuerza Aérea argentina, unidos a aviones Hércules tanqueros que operaban con base en Comodoro Rivadavia, obligó al gobierno Británico a planificar acciones para destruir esta Base Aeronaval de Río Grande, junto a todos los aviones Super Etandard, Misiles y pilotos presentes en el lugar.
Para ello ordenaron al Comando de las Fuerzas especiales con asiento en el Reino Unido, el planeamiento y ejecución de las operaciones necesarias para destruir dicha Base Aeronaval y todos los aviones y pilotos estacionados en ella. Esta orden se tradujo en lo que se constituyó en la llamada Operación Mikado de la que habla la bibliografía británica y la historia militar escrita por algunos protagonistas y que se habría intentado ejecutar entre los días 15, 16 y 17 de Mayo de 1982, mediante la aproximación a la costa desde el este de un número considerable de embarcaciones tipo botes neumáticos o similares, procedentes desde el mar que navegaban a alta velocidad. Este desplazamiento fue detectado por el Destructor ARA Bouchard que en función de piquete radar, nevegaba cerca de la costa junto con el Destructor ARA Piedrabuena, efectuando la vigilancia contra infiltraciones enemigas. NO previéndose actividad naval propia en la zona, se determinó que debería tratarse de posible acción de infiltración enemiga por cuya causa el Destructor Bouchard abrió fuego con la artillería naval y los ecos radar desaparecieros de la superficie del mar.
Con motivo de esta actividad posible de infiltración enemiga, el Comandante de la Brigada ordenó el alistamiento del Batallón de IM N°1 Reforzado que embarcado en Vehículos Anfibios se encolumnó para marchar por Ruta Nacional N° 3 hacia el sur, hasta inmediaciones de estancia Viamonte, en proximidad del lugar donde se había producido el contacto.
El Batallón permaneció sobre la Ruta en espera de nueva información listo para efectuar rastrillaje en busca de contacto con posibles infiltrados y luego de transcurridas algunas horas, al no detectarse nuevo movimiento cercano a la costa, el Comando de la Brigada dio por superada la alerta y el Batallón regresó a Estancia Jose Menéndez sin novedad.
El 17 de mayo, Día de la Armada, nuevamente el Destructor ARA Bouchard en función de piquete radar, detectó el sobrevuelo de un helicóptero desconocido que procedente del mar desde el Este de Tierra del Fuego, ingresó más allá de la costa y orbitó sobre la zona de Estancia SARA al Norte de la Base Aeronaval, se posó en tierra brevemente y luego despegó nuevamente dirigiéndose a la frontera oeste en dirección a Punta Arenas en Chile. De este sobrevuelo, tanto la historia relatada por los propios protagonistas con posterioridad a la finalización de la guerra, como otros registros, señalan que pudo producirse el desembarco de una fracción de Comandos SAS en proximidades del límite norte de la Base Aeronaval, con el objeto de reconocer el lugar y colocar una baliza emisora de señales para la localización de la cabecera de pista y permitir el arribo de aviones Hércules con importantes fuerzas Especiales que desembarcarían y procederían a destruir la Base, los aviones y todo el personal existente. La información procedente de bibliografía británica indica que una vez que el helicóptero tocó tierra y en el convencimiento de que la misión había sido detectada por las fuerzas Argentina, el Jefe de la misión SAS consideró que carecía de la información suficiente como para continuar con la misión, su situación era muy vulnerable y no habiendo podido instalar la baliza radar en proximidades de la cabecera de pista de la Base Aeronval, decidió cancelar la misión, comunicándolo al piloto del helicóptero, el que decidió remontar vuelo y marchar hacia la frontera con la República de Chile, donde destruyeron el helicóptero simulando un accidente y un incendio en una zona próxima a Punta Arenas donde contaban con el apoyo necesario de las autoridades para desaparecer en breve plazo.
Cuando el ARA Bouchard detectó el vuelo del helicóptero y se comprobó que se trataba de un vuelo de origen desconocido, se dispusieron las alarmas y el Comandante de la Brigada ordenó nuevamente el alistamiento del BIMN°1 Reforzado, en la misma forma que en la tarde-noche del día anterior.
El Batallón se encolumnó nuevamente mecanizado en los Vehículos Anfibios pero esta vez en dirección a la Ruta Nacional N°3 Norte, entre la Toma de Agua de EL Tropezón y hacia la ciudad de Rio Grande. Desembarcamos a tierra y desplegamos la unidad sobre el terreno existente entre la RNN°3 y la Base Aeronaval Río Grande con el objeto de realizar un rastrillaje exhaustivo en la búsqueda de posible enemigo infiltrado. SI bien el sobrevuelo luego de tocar tierra se habría dirigido a la República de Chile, pudo haber dejado en tierra efectivos con la intención de infiltrarse para producir daño o hacer inteligencia del lugar.
El rastrillaje duró toda la noche y finalizó al día siguiente cuando el Batallón alcanzó los límites de la Base Aeronaval sin haber encontrado enemigo.
Finalizada la tarea e informado el Comandante de la Brigada de la falta de contacto con enemigo, se ordenó el regreso a la estancia José Menéndez para descansar y recuperar fuerzas.
El Batallón en ningún momento tuvo contacto real con enemigo infiltrado en actitud sospechosa ya sea para obtener información o producir daño. Tal vez alguna patrulla propia o Puesto de Control de Tránsito o de alarma temprana aislado en la tierra de nadie, pudo cruzarse con alguno, pero no hubo contacto real o visual ni bajo el fuego de armas. La inmensidad de la isla de Tierra del Fuego jugó tal vez a favor del enemigo si lo hubo. Los Infantes de Marina hicimos uso de los medios de acuerdo a las posibilidades y nos movíamos en terrenos privados debiendo respetar la seguridad y vida ajenas.
La Unidad a mi mando, si bien se alojó en las instalaciones de su Estancia y recibió el afecto y apoyo de todos ustedes, vivió en ambiente de Teatro de operaciones, sufrió las privaciones propias de un ambiente de guerra y sobrellevó otras limitaciones propias también de un ambiente de guerra, la buena voluntad de ustedes, nos permitió sobrellevar y sobreponernos a la prueba.
Señor Menéndez Hume, familiares y personal de la Estancia Jose´Menéndez de 1982, esto es lo que hicimos mientras ustedes nos alojaron y nos apoyaron incondicionalmente. Hicímos lo que sabíamos hacer. NO se si tuvimos el éxito deseado. Ustedes nos ayudaron supongo que con el corazón de Argentinos comprometidos. Nosotros lo agradeceremos por siempre. La Base Aeronaval Río Grande y los Aviones Super Etendard armados con Misiles AM 39 Exocet, siguieron operando hasta el fin de la guerra, poniendo en aprietos a la Fuerza de Tareas Británica.
Señores: En nombre del Batallón de IM N° 1 de 1982, voy a hacer entrega al Señor Menéndez Hume de una placa de bronce que dice lo siguiente:
A LA ESTANCIA JOSE MENENDEZ
RÍO GRANDE-TIERRA DELFUEGO.
En agradecimiento por el apoyo brindado entre el 15 de abril y el 15 de junio de 1982, mientras la unidad operaba, durante la guerra de Malvinas, para proteger objetivos vitales y contribuir a garantizar la integridad territorial de nuestra Nación.
EN EL 40 ANIVERSARIO
COMANDANTE- PLANA MAYOR- SUBOFICIALES Y CONSCRIPTOS DEL BATALLON DE IM N° 1 REFORZADO DEL AÑO 1982.
1982 - 2022
Luis Alberto Carbajal.
Contraalmirante de IM, VGM (RE)
EX Comandante del Batallón de IM N°1 en 1982
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Datos bibliográficos del texto:
-El Bouchard y el fracaso de la Operación Británica Mikado. Boletín del Centro Naval N° 823 Enero/ Abril de 2009. Se complementa con la edición de un libro del Instituto de Publicaciones Navales de reciente aparición escrito por el Comandante del Destructor ARA Bouchard en el año 1982. Capitán de Navío ,VGM, (RE) Washington Barcena.
-La guerra secreta por las Malvinas (Los exocets y el espionaje internacional- Lo que nunca se contó) de Nigel West. Historiador británico. Editorial S
Luis Alberto Carbajal
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